lunes, 1 de julio de 2013

HIPÓCRATES, EL PADRE DE LA MEDICINA

Hipócrates, el padre de la medicina

 

Nació en la isla griega de Cos, en el mar Egeo, en el año 460 a.C. y murió en Tesalia en el 370 a.C.El eje de su pensamiento es el conocimiento sobre el cuerpo humano y su salud. Sus teorías sobre la medicina dieron una dirección decisiva a los desarrollos de esta ciencia influenciando gran parte de las prácticas médicas antiguas, así como también a la medicina moderna en cuanto a la ética y la actitud médica se refiere. Así mismo, una de las más jóvenes y actuales de las ciencias (deudora en gran parte de la medicina), la psicología, ha tomado importantes aportes teóricos de este gran filósofo clásico.
Pensemos en un hombre que padece de una grave adicción al juego (ludopatía), por la cual no puede evitar apostar grandes cantidades de dinero en el casino y endeudarse más allá de sus posibilidades de pago cuando le toca perder. Si su enfermedad es tan severa que no le permite darse cuenta que con sus acciones pone en riesgo el bienestar y la salud de su familia, será necesario que alguien intervenga haciéndole ver los perjuicios que ocasiona. Tal vez baste con que un buen amigo lo enfrente o que una discusión con su esposa lo ponga en conocimiento de que ha perdido el control de su vida. O tal vez necesite de una terapia psicológica específica. 
Pero, inevitablemente, tendrá que pasar por la crisis, el dolor y el sufrimiento para llegar a una solución.
Ya en la antigüedad Hipócrates esbozó una serie de consejos a los médicos de su época que sirven como lección a los terapeutas y psicólogos de hoy.
· El terapeuta debe saber prevenir las enfermedades y trastornos y diagnosticarlas adecuadamente. Muchas veces un oportuno y bien orientado diagnóstico de una persona con problemas previene males mayores.
· Debe cuidar su aspecto personal y su reputación así como la relación con su paciente. En la psicología, mantener una relación de confianza y cordialidad con el paciente es fundamental para su curación.
· Debe restablecer el sentimiento de vitalidad en el enfermo, devolviéndole una imagen de el como activo protagonista ante su sufrimiento.

Antropología Hipocrática
La escuela hipocrática (es decir, no Hipócrates directamente, sino sus discípulos inmediatos y continuadores de su obra) consideraba que la enfermedad estaba causada por el desequilibrio en el cuerpo humano de cuatro humores o fluidos del cuerpo humano. Cuando estos no se encontraban mezclados en proporción recíproca (entre otros factores como la humedad y la temperatura del cuerpo y del ambiente) daban lugar a los trastornos de salud. Esta proporción recíproca estaba dada por las propiedades, la cantidad y la mezcla completa de los fluidos. Es decir que el cuerpo y la vida toda de los seres humanos se encontraba regulada por estos humores fisiológicos.
Siguiendo estos conceptos, y transformando la noción biológica de humores como fluidos en una noción más simbólica, la psicología determinó cuatro temperamentos básicos que configurarían diferentes modos de ser o personalidades. En el siguiente cuadro observamos los cuatro humores enunciados por la escuela hipocrática y los correspondientes temperamentos atribuidos a ellos por la psicología

HUMORES                            TEMPERAMENTOS
SANGRE                                      SANGUÍNEO
FLEMA                                         FLEMÁTICO
BILIS                                             COLÉRICO
ATRABILIS                                  MELANCÓLICO

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